NACIONALIDAD: británica
CANTIDAD DE GUARDABARRANCOS:
Novela infantil-fantástica. Narrador en primera persona. La novela transcurre en Londres y un lugar ficticio llamado Hogwarts School. La novela revive mezclando diferentes criaturas de culturas occidentales, tales como el Cancerbero de tres cabeza, el ogro, los centauros y los unicornios.
La novela posee una lectura amena. La obra es la más infantil de la saga, menos oscura y más fantasiosa. La autora se mueve tan cómodamente entre las dualidades de la ficción y la realidad, sin que los personajes se percaten del cambio brusco, aunque nuestro personaje principal lo vea todo como nuevo y se asombre.
La soledad es un temible personaje que aparece en la obra de forma tan espontánea que uno no se da ni cuenta. Desde que fue dejado en la puerta de los tíos, Harry no es feliz, tiene una niñez llena de vacíos y soledades. La falta del amor materno y paterno se siente en el niño. El cariño lo idealiza en el director de Hogwarts. Jamás ha tenido un abrazo ni una palabra tierna, siempre han sido fríos los tíos con él. Y la razón la misteriosa muerte de sus padres. Cuando encuentra el espejo lo que ve es lo que más anhela su corazón.
La navidad en este libro es triste, llena de pesadumbres y recuerdos. No es la típica fecha llena de regalos y alegrías. Harry recibe un regalo especial, pero eso no llena la soledad que lo alberga, el árbol lleno de luces y el salón hacen que el joven mago se sienta más solo que nunca. El regalo recibido es un obsequio de un padre que no conoció, pero la forma como lo acepta demuestra las ansias de tener algo de su padre y aferrarse a ello.
Harry es un personaje que no cura en toda la obra esa estela tan triste que podría haber traumado a un niño en estos tiempos. Es una soledad que se siente a medida que va transcurriendo la saga. Este libro tiene este tópico tan oculto que poco evoluciona en la historia por las demás cadenas que va entretejiendo la autora. Es una novela recomendable y tierna.
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