Nacionalidad: mexicana
Cantidad de Guardabarrancos:
El escritor argentino Jorge Luis Borge plateaba en su famoso decálogo para escribir ficciones lo que se debe evitar:
12. Escribir libros que parezcan menús, álbumes, itinerarios o conciertos.
Esta sentencia misógina del gran escritor argentino, fue desoída por Esquivel al escribir COMO AGUA PARA CHOCOLATE. Una novela que tiene como cimientos la culinaria mexicana más erotismo más mujeres que arden en llamas por la pasión.
Novela de corte romántico. Narrador en tercera persona. El siglo que representa la novela es la del México Revolucionario. Aunque lo importante en este punto no es el contexto histórico sino el social, el papel que juega la mujer dentro de ella.
La obra no posee petulancia narrativa aunque se auxilia del erotismo mezclado con un poco de realismo mágico que se roba la novela. Es una novela de inacabados giros. El lector deduce muy fácilmente su final para cerrar un ciclo de la novela al mejor estilo de los trágicos romances.
Tampoco es la gran escritora mexicana, pero esta novela se salva del atroz vaticinio de Borges. Una novela que se enfrenta a un reto de la mejor manera, con situaciones muy bien descritas y personajes femeninos que evolucionan ante una sociedad que avanza lenta, pero su forma de pensar con ellas también.
El libro es una delicia en romanticismo que no raya en lo cursi. Esquivel tiene la habilidad de atrapar al lector con personajes muy seductores y tiernos. Recomendable la novela para ser leída de un tirón. México está en todo en su esplendor con su comida, sus mujeres, sus charros machos, sus ciudades y costumbres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario